Historia
El término “chango” aparece documentado por primera vez a mediados del siglo XVII para denominar a toda la población que ocupaba el litoral costero entre Copiapó y Coquimbo. Con el paso del tiempo, el apelativo se amplió también a los pueblos pescadores que habitaban más al norte hasta el sur del Perú, conocidos hasta entonces como camanchacas, pro-anches o uros, todas denominaciones que parecían hacer referencia a un grupo étnico en particular de pueblos pescadores. Sin embargo, hablar de una etnia chango representa un problema, pues este nombre responde más bien a una forma de vida especializada en los diversos aspectos de la vida marítima, cuyas raíces se remontan a una tradición cultural de al menos 8000 años.
Los predecesores de los changos fueron poblaciones independientes, que convivieron con pueblos del interior del desierto que en distintos momentos del período prehispánico fueron colonizando el litoral Pacífico. Parte de estas sociedades costeras pudieron ser continuadoras de la antigua tradición de los pescadores Chinchorro. Otros, posteriormente, podrían haber adoptado algunos elementos culturales identitarios de los pueblos agroganaderos del Norte Grande a través de relaciones de intercambio, mientras que en épocas más tardías posiblemente estuvieron sometidos a la presencia y dominio Inka. Hoy no existen descendientes reconocidos de los grupos changos, dado el profundo mestizaje que ha ocurrido en los últimos siglos. No obstante, su modo de vida sigue siendo practicado por pescadores, algueros y orilleros desde Chañaral a Cobija, quienes mantienen mucho de la tecnología, economía y patrón de asentamiento de estas antiguas poblaciones del desierto costero.