Los pictograbados de Taira
Las figuras fueron hechas mediante pintura, grabado o una combinación de ambas técnicas, denominada pictograbado. Taira sobresale por su refinado naturalismo, los efectos de transparencia entre figuras, la variación en el grosor de los surcos, la yuxtaposición de figuras de diferente tamaño y cierta interacción de ellas con las irregularidades del soporte rocoso. La inmensa mayoría son llamas adultas representadas de perfil, con sus cuatro extremidades a la vista y junto a crías de pocas semanas de vida. Menos numerosas son las figuras humanas. Se les representa desnudas, con varas en las manos o tocando un tambor. Las vulvas y las aves son más escasas, aunque parecen ser elementos protagónicos en las composiciones. Hay también unas pocas representaciones de felinos y zorros en localizaciones marginales de algunos paneles.La imagen de una llama amamantando a otra más pequeña, y debajo de esta última seis figuras humanas con túnicas, ha hecho pensar que el conjunto alude al mito de la Llama Celeste y su Cría, que en las noches desciende del cielo a beber a los manantiales y a enriquecer con su lana a los pastores.
Curso superior del río Loa, II Región de Antofagasta.
Línea de tiempo:
Aproximadamente 800-400 a.C.
Estilo: Taira
Fuente: J. Berenguer, 1999, “El evanescente lenguaje del arte rupestre en los Andes atacameños”, en Arte rupestre en los Andes de Capricornio, J. Berenguer y F. Gallardo, Eds., pp. 21-30, Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago.