Patrón de Asentamiento
En su calidad de nómades del mar, gran parte de la vida transcurría en la canoa, en la que se congregaban la familia, los perros, armas y utensilios. En tierra sólo ocupaban campamentos temporales o paraderos. Los cronistas describen dos tipos de vivienda: la ovalada, que habría guardado mejor el calor y que fue predominante en las regiones del sur y el oeste, donde el clima es húmedo y los árboles más flexibles. Su estructura abovedada se lograba enterrando los extremos de las varas en el suelo, mientras otros se curvaban y entrecruzaban. Era cubierta con ramas y pieles, complementada con pasto seco y musgo. La conoidal en cambio, se usaba de preferencia en la región este. Se hacía con árboles más anchos y secos, clavando un extremo en el suelo y unidos a otros por un vértice en una planta circular. Las ramas se entramaban formando una cúpula que se cubría con otras ramas, cueros y pieles. Lo fundamental en ambas era la capacidad de conservar el calor de la fogata. En una choza habrían alojado de una a cuatro familias que se encontraban en el lugar de campamento. Si la choza era utilizada por más de un día se consolida con un mayor número de ramas y hojas. Las estructuras eran abandonadas al partir para ser recuperadas por otros grupos. En ocasiones excepcionales, como varazones de cetáceos o para celebrar ceremonias de iniciación, se levantaban campamentos colectivos.