Patrón de Asentamiento
Como nómades del mar, los chonos se movilizaban de isla en isla, sin tener una morada fija. Pasaban gran parte del su vida en la dalca, en la cual toda la familia se mudaba en función de los recursos disponibles, llevando consigo todos sus enseres. Incluso, ésta era desramada y arrastradas sus partes en tierra cuando el desplazamiento así lo requería. La vivienda de sus campamentos ocasionales, tenía forma de un cono aplastado. Consistía en una estructura de ramas altas y derechas inclinadas instaladas en forma elíptica, una de los extremos de las ramas se fijaba al suelo, mientras el otro se amarraba junto a los demás en la cumbre, con fibras vegetales. En el suelo ponían ramas secas para aislar el frío, mientras que la estructura se cubría con hojas, pieles y cortezas para protegerse del viento. Como los materiales del techo no eran fáciles de conseguir, las conservaban llevándolas consigo en la dalca.
El tamaño de las viviendas dependía de la cantidad de personas que alojaba y sólo contaba con una pequeña entrada. El fuego estaba en medio, para dar calor y cocinar los alimentos. La choza no contaba con salida para el humo, provocando molestias a sus ocupantes. Al partir, el armazón era dejado en el lugar para futuras ocupaciones. Aparentemente, estos campamentos esporádicos se ubicaban cerca de uno o más recursos clave, como agua dulce, desde donde se establecía un área de acción dirigida a la obtención de los demás recursos. En el sector donde se ubicaban estos campamentos se formaban conchales, debido al abundante consumo de mariscos. Algunos alcanzan 100 m de ancho y cuatro metros de profundidad.