Patrón de Asentamiento
El entorno atacameño está ordenado económica y socialmente. El medioambiente se divide en tres: la “chacra”, compuesta por las terrazas agrícolas y el lugar habitacional estable; el “campo”, donde pastorea el rebaño y se ubica la estancia como unidad habitacional de uso transitorio y, por último, el “cerro”, el espacio silvestre donde se recolecta leña y vegetales, se caza o pastan los camélidos. El patrón de asentamiento es disperso, o sea, en torno al núcleo aldeano se articulan las unidades agrícolas y más distantes las ganaderas dependientes de él.
Las viviendas son recintos rectangulares hechos de piedra, barro y vigas de madera de algarrobo o de cactáceas, techadas con paja. Sobre el techo disponen compartimentos circulares pequeños de adobe que utilizan a modo de granero para guardar maíz, papas, porotos quínoa, algarrobo o chañar. Al construirse una nueva casa se realiza, en primavera, su techamiento con cortadera y paja brava. Una vez terminada la tarea, sobre el techo se pone una cruz con extremos de lana de color rojo y blanco para combatir ‘al maligno’.
Incluido dentro del patrón de asentamiento atacameño se encuentran también las construcciones de sus complejos conjuntos de terrazas o andenerías y canales de regadío que caracterizan su sistema agrícola.