Museo Chileno de Arte Precolombino

Pueblos originarios > Atacameños

Historia

Los atacameños, atacamas o licanantay, que en su lengua querría decir ‘los habitantes del territorio’, son descendientes de la cultura arqueológica San Pedro, cuyos antedecentes se pueden seguir al menos hasta 1500 años atrás. A principios del siglo XV, el gobernante Inka Túpac Yupanqui conquista los territorios de los atacameños, reorganizándolos social y políticamente, imponiendo, a la vez, una nueva religión –el culto al sol– , cambiando algunos ritos como, por ejemplo, el consumo ceremonial de sustancias alucinógenas por el de hojas de coca. A esta época corresponden los tramos de la red vial Inka que conectaban salar de Atacama con el altiplano y el actual noroeste argentino.

La llegada de los conquistadores hispanos al oasis atacameño hacia 1536, es resistida durante las primeras décadas por la población indígena y solo en 1556 lo zona es definitivamente pacificada a través del tratado de paz de Suipacha. A fines del siglo XVI, se inicia el período colonial en la zona con sus consecuentes entregas de mercedes de tierra, encomiendas y evangelización, llegando a alcanzar el poblado de San Pedro relevancia geopolítica macroregional. Durante el siglo XVII, los atacameños sufren fuertes cambios culturales y tecnológicos, como la introducción del ganado mular, también comienza un progresivo despoblamiento de la zona. En el siglo XVIII, ante la crisis y transformaciones que vive el mundo indígena andino, germinan los alzamientos mesiánicos de Túpac Amaru y Tomás Catari, extendiéndose a Atacama bajo el liderazgo de Tomás Paniri, nativo de la zona.

Luego de independizarse de España en 1824, terminando el período colonial, Atacama pasó a formar parte de la República de Bolivia , desarrollándose grandemente gracias a un activo mercantilismo en el que se vió involucrada. Al término de la Guerra del Pacífico en 1883, la región fue anexada a Chile. Bajo la administración chilena la economía de la región se volcó primero a la explotación del salitre y posteriormente a la del cobre, iniciándose la migración, la proletarización de la población indígena y la usurpación de los recursos de agua del territorio para necesidades industriales. Actualmente, 21.015 personas se identifican como atacameños o licanantai, representando el 3,04% de la población indígena chilena.