


El chamán era en cierta forma un combatiente, porque ejercía su oficio con hachas, dardos o incluso cabezas de enemigos. Transfigurado en algún animal poderoso por la inhalación de sustancias alucinógenas, “volaba” a batirse con los espíritus malignos para curar a los enfermos o conjurar los peligros que amenazaban a su comunidad.
El chamán era, en cierto modo, un combatiente porque ejercía su oficio con hachas, dardos y cabezas cortadas a sus enemigos. Transfigurado en algún animal poderoso por la inhalación de sustancias alucinógenas, “volaba” a batirse con los espíritus malignos para curar a los enfermos o conjurar los peligros que amenazaban a su comunidad.
(Texto Tableta)
La danza del chamán
Esta tableta muestra a un chamán en trance, con la cabeza hacia arriba y las rodillas a medio doblar. Danza bajo los efectos del alucinógeno. Los colmillos representan su transformación en un felino, animal asociado al uso de estas sustancias. Su larga nariz destaca la vía por la que el chamán inhala el alucinógeno, y el elemento que brota de la boca representa la saliva o el vómito que provoca esta clase de intoxicación.