Museo Chileno de Arte Precolombino

Pueblos originarios > Kawashkar

Culto y Funebria

La cosmovisión kawashkar se basaba en la creencia de un ser supremo, solitario e independiente, Xolás. Creador de todo, de las tradiciones y la moral, Él dirige la acción humana. Los sueños serían el nexo con el ‘más allá’. Existirían otros espíritus como Ayayema, espíritu maligno presente en todas las etapas de la vida. Se le asociaba al hedor. Rondaría por los parajes australes llevando mala suerte, enfermedad y muerte. Moralmente predominaba el principio ‘cada uno es primero su propio prójimo’.

La iniciación o Kalakai, estaba dirigida tanto a los hombres como a las mujeres, y su objetivo fue el perfeccionar la educación paterna, adoctrinando de forma intensiva tanto moral como práctica al nuevo adulto para que pudiese valerse por sí mismo. En el Kalakai se reunían los/as candidatos/as, cuyas edades fluctuaban entre 14 y 18 años, y sus familias en una gran choza. Se designaba a un conductor de la ceremonia, generalmente un anciano, él debía enseñar los códigos morales dados por Xólas. Generalmente, el evento se producía al varar una ballena, es decir, cuando los alimentos suficientes estaban asegurados. La duración de la ceremonia era de aproximadamente 6 a 10 semanas, según la provisión de alimento y la atención del público.

También tenían una ceremonia masculina secreta similar al Kina yámana. El Owurkan, puede ser considerado como médico, chamán o sacerdote encantador. Se ocupaba de la cura de enfermedades, de la predicción del tiempo y de la influencia espiritual sobre la gente. Las enfermedades, si eran de carácter leve, eran tratadas por cada uno, si se agravaban se recurría al Owurkan. Ante una muerte inminente se buscaba un sitio cómodo donde ubicar al moribundo y una vez producido el fallecimiento se proferían gritos y lamentos, seguidos de una disminución en las actividades cotidianas. El cuerpo era extendido, envuelto en cueros cosidos y enterrado junto a la choza, a unos 20 centímetros de profundidad, con la vista hacia arriba y cubierto de ramas, hojas y piedras. Las pertenencias del difunto eran quemadas. El sitio era considerado de mal augurio y evitado.