Chile Precolombino

Hacia 400 a.C. irrumpe en la cuenca alta del río Salado Cueva Blanca, un estilo de pinturas sin precedentes en la región. De hecho, exhibe cambios radicales respecto del más temprano estilo Confluencia, como es la desaparición progresiva de los detalles anatómicos en las figuras humanas y animales, así como la pérdida de su dinamismo. Disminuyen las figuras de camélidos, los seres humanos son pintados de frente y se observa un importante aumento de motivos geométricos, tales como cruces, líneas onduladas y en zigzag. Cueva Blanca es un estilo que sigue de cerca las convenciones de la decoración de los textiles, que son artículos de enorme prestigio en los Andes y que en este período han pasado a ser la principal fuente de identidad, riqueza y estatus en las sociedades atacameñas. De hecho, muchas de las imágenes aparecen enmarcadas, como si se tratara de piezas textiles.

Con Cueva Blanca la representación de la figura humana adquiere mayor frecuencia y protagonismo en los paneles, mientras la imagen del camélido se vuelve gradualmente más esquemática y periférica o desaparece. Esta representación de individuos con atributos de poder (cetros), así como su posición jerárquica con relación a otras figuras de la misma composición, indica distinciones de estatus relacionadas con el control y la importancia que estaba asumiendo la producción agropecuaria en las sociedades de la época. Reflejaría el cambio desde una estrategia económica pastoril y hortícola, de organización simple, a otra agrícola y pastoril, con diferenciación social y laboral de mayor complejidad.